¿Porqué no enviamos en frío?
Después del embotellado, nuestra Kombucha continúa un proceso natural llamado postfermentación, que permite desarrollar su burbuja fina y natural. Este proceso ocurre a temperatura ambiente y, de hecho, aprovechamos el tiempo de tránsito del envío para que se lleve a cabo de forma adecuada. Por eso, es totalmente normal y seguro que recibas tus botellas a temperatura ambiente.
Una vez en casa, recomendamos guardarlas en la nevera, ya que el frío frena la fermentación y ayuda a mantener estable el sabor y el nivel de gasificación. Aun así, si las dejas en un lugar fresco, no se estropean ni pierden sus propiedades.
Este método forma parte de nuestro proceso y está recogido en nuestra memoria de actividad, conforme a lo exigido por las autoridades sanitarias. En la etiqueta solo indicamos la recomendación de refrigeración, pero no es necesario durante el transporte.
¿Por qué influye la temperatura?
La temperatura de almacenamiento afecta directamente al grado de postfermentación en botella. Cuanto más alta sea la temperatura, más rápido continuará la actividad de las
levaduras, lo que puede aumentar la carbonatación y alterar ligeramente el
perfil de sabor. Por eso, tras completar el viaje, el frío es nuestro mejor aliado para que la kombucha se conserve estable, segura y deliciosa.
Gracias por confiar en nosotros y en nuestras burbujas vivas 🌱