1. Ingredientes: ecológicos y, si puedes, locales
La calidad empieza en el origen. Opta por ingredientes ecológicos, cultivados sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos. No solo cuidas tu salud y el medio ambiente, también aseguras una buena base para la actividad microbiana.
Si puedes, compra directamente a productores locales. Pregunta cómo cultivan, si usan químicos, y elige alimentos de temporada. Los mercados de agricultores son un buen punto de partida.
2. Temperatura: tu gran aliada (o enemiga)
Cada fermento tiene su rango óptimo de temperatura. Si hace demasiado frío, los microorganismos se adormecen. Si hace demasiado calor, pueden morir o el proceso se acelera y pierde calidad.
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La temperatura ambiente (18 °C – 24 °C) es ideal para la mayoría de fermentos como chucrut, kimchi o kombucha.
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Para fermentar yogur, por ejemplo, se necesita más calor (entre 38 °C y 43 °C).
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En bebidas alcohólicas, el control térmico es aún más importante.
💡 Consejo: Si tu casa es fría, puedes improvisar una incubadora con una caja de poliestireno y botellas de agua caliente. Y si hace demasiado calor, busca zonas más frescas como sótanos o alacenas interiores.
3. Luz: menos es más
La luz, especialmente la solar directa, puede interferir con la fermentación. Algunos fermentos como la kombucha o el vinagre son fotosensibles. Protégelos del exceso de luz guardándolos en lugares oscuros o usando recipientes opacos o cubiertas de tela.
4. Tiempo y paciencia
Fermentar no es una receta rápida: es un proceso vivo que necesita tiempo. Algunos fermentos están listos en días (como el yogur), pero otros pueden tardar semanas o incluso meses en desarrollar toda su complejidad.
Confía en los microorganismos y dales espacio para hacer su magia. Lo que al principio puede parecer plano o ácido, con el tiempo se transforma en algo equilibrado, sabroso y con carácter propio.
5. La belleza de lo sencillo
Uno de los aspectos más hermosos de la fermentación es su simplicidad esencial. Unos pocos ingredientes, las condiciones adecuadas y una pizca de cuidado son suficientes para que surja algo nuevo y maravilloso.
Esto se vuelve especialmente evidente en el caso de las bebidas fermentadas, como la kombucha, el kéfir o las sodas probióticas, donde puedes ver —y saborear— la transformación burbujeante día a día.
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Todo esto y mucho más lo exploraremos juntos en nuestro próximo Taller Presencial de Fermentación Viva, donde aprenderás paso a paso cómo crear tus propios fermentos de forma segura, ecológica y deliciosa.
🔹 Qué haremos:
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Fermentación de verduras (chucrut y kimchi)
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Kombucha y bebidas probióticas
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Trucos para cuidar tus cultivos
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Degustación guiada y dossier con recetas
🔹 Para quién es:
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Personas curiosas, amantes de lo natural
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Emprendedores del mundo ecológico
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Cocineros, terapeutas y cuidadores de la salud
🔹 Plazas limitadas – Reserva ya tu lugar!
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La fermentación es una revolución silenciosa, sabrosa y viva.
Anímate a descubrirla con nosotros.